Coalición Republicana(CR):Un Proyecto Político
Fase II
¿Qué es y para qué se crea la CR?
Es crucial definir si la Coalición Republicana (CR) es un lema accidental que se utiliza por conveniencia electoral o si es un nuevo actor político con vocación de permanencia y protagonismo; la elección de una u otra perspectiva conduce a rutas completamente diferentes.
En este sentido, es necesario determinar claramente qué es la CR y cuál es su propósito. Si cada partido integrante adopta decisiones unilaterales basadas en su propia interpretación del rol de la CR, el proyecto está condenado al fracaso. Actualmente, no existe una unidad de criterio, lo que complica y disminuye la eficacia de cualquier acción a largo plazo. Para superar esta situación, es fundamental pensar en una entidad suprapartidaria, no meramente electoral, un proceso que debe ser construido y que enfrentará resistencia.
A nivel local, el departamento de Salto tiene una oportunidad única: ir a las próximas elecciones con la CR como lema y con posibilidades reales de victoria. Desde mi punto de vista, es fundamental avanzar hacia la creación consciente del proyecto político CR y no quedarnos en la mera utilización del lema accidental. Esta decisión es trascendental para traccionar hacia el futuro, con una visión más allá de una elección puntual o un período de cinco años.
¿En qué fase estamos?
En mi opinión, la CR debe ingresar ahora en una segunda etapa: la construcción de su proyecto político.
Inicialmente, la CR surgió como un lema accidental para competir electoralmente. Su experiencia inicial no fue exitosa, pero sirvió como un puntapié para futuras iniciativas. El panorama actual refuerza lo que ya habíamos observado en 2019: la consolidación de dos bloques políticos polarizados. La ciudadanía ya se identifica con estos bloques, mientras que el sistema político parece rezagado y sin capacidad de adaptarse a los deseos de la gente.
Aprender de los malos resultados de octubre y noviembre de 2024 es clave para avanzar hacia un proyecto político exitoso. Debemos comparar esos resultados con el desempeño de haber comparecido como lema CR.
La evolución de la CR debe ser convertirse en un proyecto político consolidado, con miras a una tercera etapa en el futuro que es la conformación de un partido único. Aunque esta idea resulte polémica en el presente y más si la vemos con el espejo retrovisor, considero que es la evolución necesaria si lo que pretendemos es mirar hacia el futuro.
¿Cómo avanzar? ¿Cuáles son las dificultades?
La CR está compuesta por partidos políticos con divisiones internas significativas. Por ello, es vital que todos los partidos y sectores formen parte de un plan estratégico para llevar adelante el proyecto político CR. Esto va más allá de las decisiones de las autoridades partidarias; es necesario involucrar a todos los actores.
Principales dificultades:
- Definir objetivos colectivos claros: Sin una hoja de ruta definida, todo se reduce a aspiraciones particulares. Es imprescindible consensuar metas comunes para avanzar.
- Mantener la motivación de los actores: Es esencial que todos los integrantes del lema se sientan partícipes y representados. La ciudadanía ya ha superado las divisiones partidarias, pero los políticos a menudo siguen atrapados en ellas.
- Gestionar los egos: La tendencia a priorizar intereses individuales o partidarios sobre los objetivos colectivos es una barrera significativa. Superar estos obstáculos es esencial para transformar la CR en un proyecto sólido y convincente.
¿Para qué debe ganar la CR en Salto? ¿Cuáles son los desafíos?
Para responder a esta pregunta, es fundamental distinguir varios aspectos:
- Ganar la elección departamental en Salto.
- Iniciar, como experiencia piloto, el proyecto político CR con miras a replicarlo a nivel nacional.
- Trabajar en un acuerdo programático común, manteniendo las identidades partidarias.
- En caso de ganar, gestionar la primera experiencia de gobernar bajo un lema único.
Una dificultad clave es que muchos partidos de la coalición siguen percibiendo a la CR como un lema accidental, o sea están anclados a la primera fase. Esta mentalidad limita las posibilidades de construir un verdadero proyecto político. La prioridad sigue siendo satisfacer intereses partidarios internos en lugar de proyectar una visión más amplia y colectiva.
La ciudadanía percibe a la CR como una unión de partidos y prioriza los resultados concretos sobre las disputas internas. Por ello, es vital enfocarse en conformar el mejor equipo y las mejores propuestas para competir, ganar y gobernar.
Conclusión
En una polarización como la actual, insistir en prioridades individuales o partidarias es contraproducente. Este momento histórico exige valentía para liderar un proceso de transformación, dialogar, construir y ceder en favor de un objetivo común.
Es hora de avanzar hacia un proyecto político CR con una base programática acordada y personas comprometidas con este objetivo. Cada partido puede mantener su identidad, siempre y cuando no comprometa el proyecto colectivo. Este es el momento de desafiar estructuras y paradigmas para construir algo nuevo, eficaz y mejor, comenzando por Salto como experiencia piloto para un modelo replicable a nivel nacional.
